4 de noviembre de 2023

Trastorno parafílico: pedofilia


 La pedofilia es una forma de parafilia que causa daño a los demás y por lo tanto se considera un trastorno parafílico.


Las agresiones sexuales contra los niños constituyen una parte importante de los actos sexuales criminales que se informan. Para los adolescentes mayores (es decir, 17 a 18 años de edad), el continuo interés o involucramiento sexual con adolescentes de 12 o 13 años de edad puede no cumplir con los criterios clínicos de un trastorno. No obstante, los criterios legales pueden ser diferentes de los psiquiátricos. Por ejemplo, la actividad sexual entre un joven de 19 años y un joven de 16 años, puede ser un delito y no un trastorno pedófilo, dependiendo de la jurisdicción. Los estándares etarios de diagnóstico se aplican a las culturas occidentales y no a las muchas culturas que aceptan la actividad sexual, el matrimonio y la maternidad a edades mucho tempranas que en occidente y aceptan diferencias de edad mucho mayores entre parejas sexuales en comparación con lo que consideran correcto en las culturas occidentales.


La mayoría de los pedófilos son varones. La atracción puede ser hacia niños o niñas pequeños, o ambos. Pero los pedófilos prefieren niños del sexo opuesto en una proporción de 2:1 respecto de los niños del mismo sexo. En la mayoría de los casos, el adulto conoce al niño y puede ser un miembro de la familia, un padrastro o una persona con alguna autoridad (p. ej., un maestro, un entrenador). Mirar o tocar parece más prevalente que el contacto genital. Los pedófilos exclusivos se sienten atraídos solo por niños; los tipos no exclusivos también pueden sentirse atraídos por los adultos; algunos se sienten atraídos solo por niños con quienes están relacionados (incesto).


Los pedófilos depredadores, muchos de los cuales tienen un trastorno de personalidad antisocial, pueden obligar y amenazar con hacer daño físicamente al niño o a las mascotas del niño si revela el abuso.


La evolución de la pedofilia es crónica y los autores de este crimen a menudo presentan abuso o dependencia de sustancias y depresión. Es frecuente la disfunción familiar permanente, antecedentes personales de abuso sexual y los conflictos conyugales. Otros trastornos comórbidos incluyen el trastorno por déficit de atención/hiperactividad, trastornos de ansiedad y el trastorno por estrés postraumático.

Diagnóstico

Evaluación clínica

El uso extensivo de la pornografía infantil es un indicador fiable de la atracción sexual hacia los niños y puede ser el único indicador de la enfermedad. Sin embargo, el uso de pornografía infantil por sí mismo no cumple con los criterios para el trastorno de pedofilia, aunque es generalmente ilegal.


Si un paciente niega atracción sexual hacia los niños, pero las circunstancias sugieren lo contrario, algunas herramientas de diagnóstico pueden ayudar a confirmar dicha atracción. Las herramientas incluyen pletismografía peniana (hombres), fotopletismografía vaginal (mujeres), y el tiempo de visualización de materiales eróticos estandarizados; sin embargo, la posesión de este tipo de material, incluso para fines diagnósticos, puede ser ilegal en ciertas jurisdicciones.


Los criterios clínicos para el diagnóstico (basados en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, quinta edición [DSM-5]) del trastorno pedofílico son


Recurrentes fantasías, impulsos o conductas sexualmente excitantes e intensas, que involucran a un niño prepúber o niños (normalmente ≤ 13 años) que han estado presentes durante ≥ 6 meses.

La persona ha actuado sobre los impulsos o está muy angustiado o menoscabado por los impulsos y fantasías. La experiencia de angustia por estos impulsos o comportamientos no es un requisito para el diagnóstico.

La persona tiene ≥ 16 años y es ≥ 5 años mayor que el niño, que es el blanco de las fantasías o comportamientos (pero con exclusión de un adolescente mayor que tiene una relación continua con un adolescente de 12 o 13 años de edad).

La identificación de un paciente como un pedófilo potencial a veces plantea una crisis ética para los profesionales de la salud. Sin embargo, tienen la responsabilidad de proteger a la comunidad de los niños. Los médicos deben conocer los requerimientos de notificación de su estado. Si los médicos tienen sospechas razonables de abuso sexual o físico infantil, la ley establece que debe ser comunicado a las autoridades.

Fuente

https://www.msdmanuals.com/es-ve/professional/trastornos-psiqui%C3%A1tricos/trastornos-paraf%C3%ADlicos/trastorno-ped%C3%B3filo


https://psicopedia.org/7830/pedo

filia-no-es-pederastia/